La Vega del Alagón, situada en el corazón de Extremadura, es un verdadero paraíso para los amantes de la agricultura sostenible y los productos frescos. Este enclave, bañado por las aguas del río Alagón, ofrece un terreno fértil donde crecen una gran variedad de hortalizas y frutas que nutren las mesas locales y representan la esencia de la dieta mediterránea.
Una tierra de abundancia
La riqueza de la Vega del Alagón radica en su suelo fértil y su clima privilegiado, que combina inviernos suaves y veranos soleados. Estas condiciones son ideales para el cultivo de productos como tomates, pimientos, calabacines y berenjenas, que destacan por su sabor intenso y su calidad excepcional. Además, las huertas producen frutas como higos, ciruelas y melocotones, que se han convertido en emblemas de la región.
Tradición y sostenibilidad
La agricultura en la Vega del Alagón se caracteriza por su respeto a las tradiciones y su compromiso con la sostenibilidad. Muchos agricultores locales emplean técnicas de cultivo que minimizan el uso de productos químicos y promueven la biodiversidad, garantizando que los productos lleguen al consumidor con un sabor natural y sin perder sus propiedades nutritivas.

Sabores que conquistan la cocina
Los productos de la huerta de la Vega del Alagón son protagonistas de numerosas recetas tradicionales y contemporáneas. El gazpacho extremeño, las parrilladas de verduras y las ensaladas frescas son ejemplos de cómo estos ingredientes pueden brillar en la cocina. Además, los mercados locales de Coria y otras localidades cercanas ofrecen una oportunidad para adquirir estos productos directamente de los agricultores, fomentando el consumo de proximidad y fortaleciendo la economía local.
Innovación en la huerta
En los últimos años, la Vega del Alagón también se ha convertido en un espacio de innovación agrícola. El desarrollo de técnicas de riego más eficientes y el uso de energías renovables están permitiendo que las explotaciones sean más sostenibles y competitivas. Además, algunos agricultores están apostando por el cultivo de productos ecológicos y variedades autóctonas que habían caído en desuso, recuperando así parte del patrimonio agrícola de la región.
Turismo gastronómico
La Vega del Alagón no solo produce alimentos, también ofrece una experiencia única para los visitantes que desean conocer el origen de lo que consumen. Las rutas gastronómicas y visitas a las huertas permiten descubrir de cerca el proceso de cultivo y cosecha, así como disfrutar de degustaciones que conectan a los comensales con el entorno.
En definitiva, los productos frescos de la Vega del Alagón son más que un sustento: son un reflejo de la cultura y la tradición extremeña. Desde la huerta hasta el plato, estos ingredientes llevan consigo el sabor auténtico de una región que valora sus raíces y mira hacia el futuro con un compromiso firme con la calidad y la sostenibilidad.